LA GESTIÓN COMO CONTÍNUO
APRENDIZAJE
Jorge Baldiviezo García
“Vive como si fueses a morir mañana. Aprende
como si fueses a vivir para siempre”
Mahatma Gandhi
Hacer gestión es conseguir
resultados al término de una planificación, como sostiene Juan Casassus “La
gestión es la capacidad de articular los recursos de que se dispone de manera
de lograr lo que se desea”, (Gestión Educativa, p. 100) esta capacidad de
articular tiene que ser un continuo aprendizaje como parte de un proceso
educativo, “es un elemento favorable para establecer una relación adecuada
entre gestión y educación” (Casassus, J. p. 100). No es sólo una relación es
más bien una interrelación que da la posibilidad de un aprendizaje continuo,
mientras más se internalice, se ponga en movimiento todos los elementos de una
gestión, más habrá posibilidades de un manejo de categorías y conceptos que nos permitan articular un
modelo de gestión que procure resultados satisfactorios.
La aplicación de un
modelo de gestión debe ser la articulación de lo interno con lo externo, debe
darnos la posibilidad de mejorar la educación que se traduzca en mejores
resultados. La aplicación de cualquier modelo de gestión, implica un continuo
aprendizaje. “El aprendizaje es visto así no sólo como una elaboración
personal, sino como algo que se constituye y verifica en la acción. Por lo
tanto, la gestión de una organización en tanto proceso de aprendizaje continuo
es vista también como un proceso de aprendizaje que se orienta a la
supervivencia de ella mediante una articulación constante con el entorno o el
contexto.” (Casassus, J. p. 100). Este continuo aprendizaje nos abre la
posibilidad de preocuparnos por estar bien informados sobre los distintos
modelos que se han venido aplicando en distintos tipos de Estado, primero en
Europa luego en América Latina. Pero también nos da la posibilidad de
investigar las formas de organización y de gestión que tuvieron nuestros
antepasados, los pueblos del Abya Yala que se desarrollaron y crecieron gracias
a sus formas de administración de su economía, de sus alimentos, de sus
territorios y de su educación.
El continuo
aprendizaje en la gestión, será siempre un elemento muy importante hacia el
logro de los objetivos trazamos, la continua reflexión sobre la realidad de la
institución y el contexto en el que se desenvuelve, nos da la posibilidad de
ajustar permanentemente los elementos de la gestión educativa. Siempre
existirán maneras diferentes de hacer gestión, todo depende de la capacidad que
tengamos de leer la realidad, entender lo que está pasando con las
instituciones y lo que está pasando con las necesidades del pueblo. “Este
aspecto es importante en tanto que, si se interviene sin una reflexión sobre la
situación concreta, la acción se abstrae de la realidad y se opera en forma
alienada, separada de ella. Por el contrario, si se opera de manera cercana a
la realidad, es posible abrirse al sujeto.” (Casassus, J. p. 101) Es necesario
rescatar y aprender las experiencias más ricas que se han venido practicando en
cuanto a gestión en todos los países, particularmente en Latinoamérica, que nos
den la posibilidad de mejorar cada vez una gestión educativa. La reflexión con
elementos de crítica, autocritica, un auto examen de lo que se viene haciendo, es
la mejor forma de acercarnos a sustentar principios de gestión educativa que
apunten a una buena administración:
“En primer lugar, es preciso entrar en un
debate teórico acerca de los principios que sustentan las prácticas actuales de
la gestión educativa. Se requiere mejorar el conocimiento de las teorías,
debatirlas y desarrollarlas. Una forma de expresar esto es la tensión existente
entre, de un lado, la concepción funcionalista del sistema, contenida en la
llamada «vieja teoría de sistemas», que tiene sus propias prácticas de gestión
derivadas del conductismo; y, de otro lado, la concepción contenida en lo que
se denomina «la nueva teoría de sistemas», cercana a las teorías de la
autopoiesis6 y del caos, de la cual se derivan prácticas de gestión con un alto
componente constructivista. Esta tensión corresponde también a aquélla que se
aprecia entre los aportes de las escuelas de pensamiento ligadas al tipo A y
los de aquéllas del tipo B.” (Casassus, J. p 123)
Para
concluir, debemos decir que no es lo mismo la gestión del aprendizaje que el
aprendizaje en la gestión, mientras el primero se refiere a los procesos que permiten la
generación de decisiones y formas de explorar y comprender una compleja gama de
posibilidades para aprender, el segundo, que es objeto del presente artículo,
se refiere a que todos, en particular los directores en un proceso de gestión
educativa, se aprende de los errores y aciertos, para luego proyectarnos a
corregir, mejorar una planificación en el objetivo de obtener mejores
resultados. Es necesario aprender, aprender y aprender.
BIBLIOGRAFÍA
Casassus,
Juan. (2006). La gestión educativa en América Latina. Problemas y paradigmas.
Navarro, C. Mónica. (2016).
Entre la práctica y la teoría. Cochabamba, Bolivia. FUNPROEIB, Andes.
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